sábado, 12 de junio de 2010

Discurso de despedida de los alumnos de 2º por Lucas Ángel



El pasado viernes 12 de Junio tuvo lugar la Eucaristía y el acto de despedida de los alumnos de 2º curso de los grados Medios y Superiores de nuestro colegio. Tradicionalmente uno de los alumnos es el encargado de despedirse en nombre de todos los compañeros. Este año fue Lucas Ángel Aguarón, alumno de 2º E y estas fueron sus palabras:

"Buenas tardes:


Como podéis ver soy el alumno más joven de esta promoción. Aún no me creo el haber pasado por esta etapa a mis 52 años. Pero hoy estoy inmensamente feliz.
Desde mis 14 años he estado trabajando y he tenido pocos momentos para el estudio y poder así sacarme una titulación. Siempre veía que estaba carente de una formación académica pero las obligaciones diarias de trabajo y familia me lo impedían. Pero a la fuerza ahorcan. El trabajo que hoy día realizo  requería una titulación que hasta hoy yo no tenía. Y primero, por conseguirla y después por adquirir más conocimientos que me ayudaran a realizar mejor mi trabajo, me llevó a tomar la decisión de lanzarme a esta locura.

Quisiera haceros partícipes de mi primer día de clase para que toméis medida de lo que me ha supuesto llegar hasta aquí y lo agradecido que tengo que estar.
Imaginaros al carrocilla aquí presente sentado en primera fila,  al lado y detrás 29 jóvenes más. En esos momentos puedo deciros que pensé pero ¡que leches haces tú aquí! Supongo que mis compañeros de clase, también pensarían lo mismo de mí. No salí corriendo por pura vergüenza.

Seguidamente dos horas de lecciones magistrales de Agustín. Al final mi cabeza echando humo y mis neuronas totalmente socarradas. Y después de seis horas lectivas, tener que  acudir al trabajo con sus ocho horas de jornada laboral. Aún no se como volví a clase  los días siguientes  y menos haber llegado  hasta el día de hoy vivo.

 Bueno, sí que lo se y por eso quisiera aprovechar este momento, para dar las gracias a todas las personas que han hecho esto posible y hacerme también portavoz de los compañeros aquí presentes que como yo, hoy pueden recibir con satisfacción la titulación y la posibilidad de  incorporarse al mundo del trabajo o seguir estudiando para adquirir mayor formación para el día en que se estrenen en el mundo laboral.

Primero quiero dar las gracias sobre todo a mi mujer que fue la primera que me animó y que me ha ido sosteniendo durante los periodos más difíciles. También gracias a mis hijos en especial a mi hija mayor que ha tenido que realizar tareas  que tal vez me correspondían más a mí.

En nombre de los compañeros aquí presentes quisiera  agradecer a todos los padres lo que por ellos hacéis, no solo por los esfuerzos económicos que os toca realizar sino por la ilusión y desvelos que lleva consigo el educar a los hijos y buscar siempre lo mejor para su futuro (yo bien lo sé que tengo tres). Se que ellos aunque os lo digan pocas veces, o no os lo digan, así lo sienten.

Agradezco mucho la ayuda y acogida que desde el primer día  han tenido conmigo mis compañeros de clase. Ellos me han dado juventud, afecto y respeto. Esto me hace pensar que  los jóvenes no son tan malos como  nos los quieren presentar, creo que somos nosotros los mayores los que les metemos en  una sociedad bastante manipulada y dirigida.

Hemos pasado juntos risas, nervios y muchos momentos de trabajo que nos han llevado a apreciarnos y vernos como colegas y compañeros. En especial quiero agradecérselo a mi ángel de la guarda Daniel Franco que tanto me ha tenido que soportar y ayudar en estos dos años. Gracias Daniel.

 Decir también que durante estos dos cursos he recibido una gran ayuda por parte de los profesores y que he visto en ellos  preparación y profesionalidad. Pero sobre todo un vivir su profesión con vocación, dándole el estilo salesiano que  caracteriza a este centro.
Una vocación llevada con afecto y cercanía hacia todos los alumnos. Buscando siempre lo que más y mejor nos pudiera  beneficiar. No se como podré agradecer tanta ayuda y tantos ánimos que me habéis dado, siempre os tendré en el recuerdo y estaré en deuda con vosotros. Ojala que mis hijos que es lo que más quiero, puedan encontrar en su vida de formación, profesores como los que yo me he encontrado aquí. De corazones bien nacidos es ser agradecidos por eso muchísimas gracias a  todo el claustro de  profesores, en especial a los que más cerca he tenido y que tanto me habéis ayudado. Sin vosotros  no estaría  hoy aquí. Gracias de todo corazón.

Hemos estado en un “colegio de curas” palabra usada con desprecio en muchas ocasiones. Yo puedo decir que estoy orgulloso de haber estado en este Centro Salesiano. Soy creyente y lo que he visto aquí es  que se han enseñado valores cristianos y humanos, pero no beatería, proposición de actividades, pero no imposición, respeto de ideas y  sobre todo valoración de las personas. Ojala este mismo  respeto, lo pudiéramos encontrar en nuestra sociedad más abundantemente.
Gracias Salesianos.

Por último quisiera desear a todos los alumnos que hoy recibís vuestras titulación, el mayor éxito en vuestra vida laboral y académica. Pero permitirme un consejo, recordar sobre todo que el trabajo no es solo  ganar dinero sino la realización de la  persona y  su servicio a la sociedad. Solo entendiéndolo así os podréis sentir satisfechos. Os lo dice uno que lleva más de treinta años trabajando.

A todos los educadores de este centro os pediría que sigáis trabajando por los jóvenes con ese espíritu que D.Bosco quiso dejaros. Que trabajéis con ellos,  por ellos  y para ellos. Tenéis un oficio que en  ocasiones no veis gratitud ni compensación suficiente a pesar de vuestro trabajo y preocupación, pero os puedo asegurar que  aquellos jóvenes que hoy no lo saben ver, ni agradecer, cuando lleguen a ser padres y madres se acordarán de vosotros con cariño y gratitud. Entonces sabrán valorar todo lo que por ellos hicisteis. Los jóvenes son el futuro  y a la vez ese futuro os lo dejan en vuestras manos. Educarlos y prepararlos para el mundo laboral es un trabajo difícil, pero maravilloso por lo que de el recibe toda la sociedad. Ánimo os necesitamos.
Que D. Bosco os ayude e  ilumine en esa gran tarea y que María Auxiliadora nos acompañe siempre a  todos.
 Repito en nombre de todos los alumnos aquí presentes, muchísimas gracias a todo el Claustro de Profesores, a toda la  Comunidad Salesiana y a todo el personal del Centro."

1 comentarios:

Michel dijo...

fue conmovedor sin duda, que pena no tenerlo en clase otros 2 años más