El miedo de muchos es que, algún día las máquinas usarán la misma fuente de energía que nosotros y nos dominarán.
El diseñador Daizi Zheng ha presentado un concepto que resulta cuánto menos curioso. Zheng pretende aprovechar la energía que otorgan los carbohidratos de las bebidas gaseosas para cargar el teléfono celular.
La idea es que el móvil sea capaz de obtener la energía de los carbohidratos presentes en las bebidas de fantasía, para después dejar como residuo sólo agua y oxígeno. Es por esto que podemos elucubrar que la idea de Zheng es tener gadgets más ecológicos, el problema es que para tener una bebida de fantasía es necesaria una gran cantidad de energía derivada de sus procesos de producción y distribución, por lo que no sería precisamente “amigable con el medio ambiente”.
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